Una obra absurda. Una advertencia necesaria. Una experiencia teatral única en ElDesleal.
ElDesleal presenta una libre adaptación de La cantante calva, de Eugène Ionesco: una obra que no se deja entender fácilmente, y justamente por eso, está más viva que nunca.
Bajo el inquietante título ¿Sigue peinándose siempre de la misma manera, la cantante calva?, esta versión dirigida por Enzo Scala no pretende modernizar a Ionesco, sino dejar que su eco resuene con fuerza en nuestro presente. No hay museo ni nostalgia: hay urgencia.
Scala aborda este clásico del teatro del absurdo con una sensibilidad contemporánea, subrayando el desgaste de una civilización que ya no se escucha, que repite sin pensar, que se empantana en palabras sin sentido. Su puesta se aleja del guiño intelectual y busca una experiencia visceral: personajes atrapados en un mundo donde el lenguaje ya no conecta, donde los diálogos se desarman y las rutinas se convierten en gestos vacíos. Con una escenografía minimalista y actuaciones que rozan el límite entre lo cómico y lo trágico, la obra invita a sentir antes que entender.
El escenario se convierte en un campo minado de palabras vacías, frases hechas y diálogos que se quiebran sin aviso. Los personajes se repiten, se contradicen, se agotan. No hay acción lógica, ni progresión narrativa. Y sin embargo, hay algo que nos toca, que nos incomoda, que nos espeja.
¿De qué va esta obra? De lo que no va. De la imposibilidad de comunicarnos verdaderamente. Del sinsentido que a veces toma el lenguaje, nuestras rutinas, nuestras ideas de “normalidad”. De ese zumbido de fondo que ignoramos mientras seguimos viviendo, día tras día, como marionetas resignadas al absurdo.
A más de 70 años de su estreno, esta “antipieza” no ha perdido un gramo de vigencia. Todo lo contrario. Hoy, entre guerras que ya no conmueven, discursos vacíos, y un futuro que parece difuminarse, La cantante calva vuelve como un grito sordo. Como una alarma poética.
Ven a dejarte sacudir por esta obra. No vas a salir con respuestas. Pero tal vez, solo tal vez, salgas con nuevas preguntas. O con un asombro renovado. Ese que, como dice el director, podría ser lo más auténtico que aún nos queda.